sábado, 9 de febrero de 2008

Febrerillo el Loco

San Blas, preocupado por nuestras gargantas, vino a traer lluvia por un día y creyó con ello que era suficiente para humedecer el ambiente y dejarlas contentas, pero el caso es que ahora no sabemos si la semana santa será mojada o no si recurrimos al refranero castellano que dice aquello de "carnaval seco, semana santa mojada".
Después de días primaverales, volvió el frío con la escasa lluvia y apagó la candela a la Candelaria dejándonos con la duda de si el invierno acabará o no.
Y el Carnaval pasó entre lluvias, frío, sol y abiente priaveral según el día dando paso a Febrerillo el Loco, como se conoce a este mes de atmósfera indefinida, imprevisible. Pasó el Carnaval de siempre, el de los cuarenta días antes de la Semana Santa, que llegó después de que en Alcázar celebraran el suyo entre la Nochebuena y la Nochevieja sin que se sepa muy bien si es el Carnaval -perdiendo así autenticidad y respeto- o si es la celebración de los Santos Inocentes que burló en su día la prohibición de celebrar aquel -ganando así autenticidad, para mi gusto-. De una forma u otra, llegó este Febrero Loco, señor de altibajos y de personalidades varias indefinibles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

siempre dije que tu estilo me recuerda a larra.bien por la neocrónica.