sábado, 24 de mayo de 2008

tarea en las viñas

Vuelven los hombres a las viñas, pero no tantos como en la vendimia. Ahora sólo acuden algunos que mantienen vivas algunas tareas que poco a poco se van perdiendo. Ya no hay hombres que vayan al campo; otras labores los ocupan, y las viñas son una actividad complementaria, de fin de semana. Estos días están en el campo sólo aquellos que van a sacar americano y a desfollonar.
La plaga del siglo XVIII obligó a traer cepas americanas que fueron injertadas con las plantas autóctonas, con lo que una de las tareas de las viñas consiste en arrancar las ramas que salen de la raíz, por debajo del punto de injerto. Arrancan las ramas de la cepa americana para que sólo crezcan las del injerto.
La opción de desfollonar tiene menos seguidores y cada vez se hace menos, pero consiste en dejar en la cepa sólo las ramas más productivas: se cortan las que no traen uva, o traen menos, y se dejan un par en el pulgar de la cepa de las que tienen más racimos; el cuello de la cepa, en cambio, se poda completamente.

viernes, 16 de mayo de 2008

tras la romería

Hoy había que madrugar un poco más después del día de fiesta, y además costaba más trabajo levantarse, desperezarse, coger el coche aún de noche, conducir una hora más de lo habitual, dejar la compañía en la cama, llegar a trabajar...
Pero el viaje se ha hecho corto, y las vistas que ofrecía la carretera llegando al destino han despejado el camino, han desperezado los ojos. El primer sol de la mañana se traslucía en los brotes más tiernos de las copas de las viñas dorando el campo entre el verdor a hileras cada vez más frondoso y las nubes plomizas de este cielo nublado de mayo.

miércoles, 14 de mayo de 2008

agua de mayo

Ha llovido, y tras los terremotos se calman los ánimos nerviosos y alterados. Y sigue lloviendo para alegrar los cuerpos y los campos porque ambos agradecen un respiro, que ya habrá tiempo en el verano de pasar calor, de respirar en seco.
Nunca es tarde si la dicha es buena, y más vale tarde que nunca, pero llueve en fiestas y el agua de mayo viene mal en estos casos porque las romerías se deslucen, se deslucen los adornos de las mujeres y se desmejora una fiesta que se regará además con vino, aunque llueva.
Por aquí, ya se venera a San Isidro y se le agradece que traiga agua, aunque llegue tarde, porque el año que viene hay que seguir bebiendo vino.